Estas palabras nacen del deseo de abrazar a nuestra querida comunidad de Maipú y Cerrillos, y de manera muy especial, a las familias de cada uno de nuestros hombres y mujeres que dan vida al Cuerpo de Bomberos de Maipú.
Al llegar estas fechas, las luces de la ciudad cambian. Ya no son los destellos urgentes de nuestras balizas ni el brillo de una emergencia; son luces que nos invitan a la pausa, a la reflexión y, sobre todo, al reencuentro.
Como Superintendente, mi día a día suele estar lleno de conceptos como: técnicas, capacitación o gestión. Pero hoy, quiero hablarles desde el corazón del cuartel y del hogar. La Navidad es, en su sentido más puro, la celebración de la esperanza y el recordatorio de que lo más sagrado que poseemos es la familia.
Sabemos que, mientras la comunidad celebra, muchos de nuestros bomberos y bomberas permanecen en el cuartel, listos para servir. Si podemos cumplir con ese deber, es gracias a ustedes: las esposas, esposos, padres e hijos que nos esperan con la luz encendida al retorno de cada emergencia que atendemos. Ustedes son nuestro verdadero motor y nuestro refugio seguro.
Que el espíritu de la Navidad —ese que nos mueve a dar sin esperar nada a cambio— habite en cada hogar de Maipú y Cerrillos.
Feliz Navidad para todos.
FERNANDO MOLINA GARCÍA
Superintendente
Cuerpo de Bomberos de Maipú
